Mes séances de lutte (Jacques Doillon, 2013)

Los cuerpos se miden, se desafían, son como viejos enemigos, duelistas que sostienen pequeños rounds o sesiones donde para que pueda surgir el amor, primero, los amantes tienen que saldar cuentas pendientes a través de estas sesiones de lucha que comienzan siempre en forma dialética pero allí donde las palabras dejan de surtir su efecto horadador, destructivo, es el cuerpo el que asume el rol de emisor y receptor de golpes que verbalizan las pasiones encendidas de la pareja, que tendrá que pasar por esta serie de violentos encuentros para poder vislumbrar al final lo que siempre estuvo allí, entre ellos, el amor y la perdición.