Deux jours, une nuit (Jean-Pierre et Luc Dardenne, 2014)

Dos días y una noche es todo lo que tiene la protagonista del film para mantener su trabajo. La película se asienta en la premisa de cómo el capitalismo y su lógica se introduce en la vida cotidiana y pervierte y degrada todo lo que toca. Las lógicas empresariales, las metas, los objetivos, dentro del sistema capitalista están siempre por encima de las personas. Acotada en un espacio temporal, comprimida, la película, como la mayoría de los Dardenne's consigue meternos en la piel del personaje, nutriéndola de nuestras propias experiencias en el mundo laboral. Cada pequeña victoria y cada pequeña derrota (los votos que debe conseguir para mantener su empleo) no parecen en definitiva configurar un final esperanzador, ya que de todos modos quién querría conservar un trabajo dentro de ese grupo humano. Sin embargo todos deben decidir entre una prima (comisión) o que su compañera pierda su trabajo. Una premisa sencilla que mantiene el nervio y no lo suelta jamás, con precisión y maestría. El mundo laboral en un sistema capitalista es solo eso: dinero.