Diez (en realidad dieciseis) razones por las que amo Two-Lane Blacktop, por Richard Linklater

1. Porque es la más pura road-movie estadounidense de todos los tiempos.
2. Porque es como una película de autocine dirigida por un director de la Nouvelle Vague.
3. Porque lo único que puede entrometerse entre un chico y su obsesión por los autos es una chica, y Laurie Bird desarma perfectamente la unidad entre el Conductor, el Mecánico y su auto.
4. Porque Dennis Wilson lleva a cabo la mejor interpretación jamás realizada... por un baterista.
5. Porque James Taylor parece un refugiado salido de una película de Robert Bresson.
6. Porque hubo una vez un dios llamado Warren Oates que caminó por la Tierra.
7. Porque hay una larga controversia sobre quién lleva realmente las riendas en esta película. Hay diferentes posiciones. Algunos dicen que es el Chevy modelo ´55; algunos dicen que es el GTO. Pero yo soy un "hombre Goat", tengo un GTO—'68.
8. Porque tiene el final más puramente cinematográfico de la historia del cine.
9. Porque es como un western. Los tipos son como los viejos pistoleros, listos para desenfundar la pistola más rápida del pueblo. No hablan de viejos glorias, sino de viejos autos que tuvieron.
10. Porque Warren Oates tiene un sweater de casimir diferente para cada ocasión. Y, por supuesto, la barra de tragos en el baúl.
11. Porque a diferencia de otras películas de aquel momento, sobre la diseñada alineación de la cultura de las drogas y las protestas contra la guerra, esta película es sobre la alienación del resto, como si The Americans de Robert Frank tomase vida.
12. Porque Warren Oates, como el GTO, pide una hamburguesa y un [analgésico efervecente] Alka Seltzer, y dice cosas como “Todo está yendo muy rápido y no lo suficientemente rápido”.
13. Porque es tanto la última película de lo ´60 –aunque sea de 1971- como la primera de los ´70. Ya saben, esa grandiosa época de películas estilo “¿Cómo demonios llegaron a hacer esa película en el sistema de estudios/ Hollywood nunca haría eso hoy”.  
14. Porque los motores nunca sonaron mejor en una película.
15. Porque estos dos jóvenes en su viaje a ningún lado realmente no saben de qué hablar. El Conductor realmente no conversa cuando está al volante, y el Mecánico realmente no habla cuando está trabajando en el auto. Así que, antes que nada, estamos frente una experiencia visual, atmosférica. Ver esta película correctamente implica ser absorbido por ella.
16. Y, sobre todo, porque Two-Lane Blacktop sostiene todo el tiempo su idea. Y eso es raro en este mundo; una película completamente honesta.