Heart of Glass (Werner Herzog, 1976)

En 'Cada noche el árbol desaparece', el libro crónica del rodaje de 'Corazón de cristal', el autor, Alan Greenberg, va desgranando a través de las anécdotas del detrás de cámara, la forma de trabajo de la tal vez más excéntrica película de Herzog. El director alemán realizó un casting buscando actores para ésta cinta, donde los actores accedieron a participar en sesiones de hipnosis, así, Herzog logra un efecto de extrañamiento al echar mano de actores no profesionales, que recitan diálogos en un estado de paroxismo y trance. En ésta escena, cada uno de los personajes realiza una acción, en aparente desconexión del resto, casi como un coro donde cada uno interpreta una partitura de una misma ópera. Sin embargo, a su manera, cada uno es responsable de la tragedia que allí se desarrolla. La música es aquí la conectora entre la cuarta pared y el espectador, quien en un momento es invitado a retirarse, para no presenciar el crimen que se va a cometer. Sin embargo, como voyeurs-espectadores que somos, la música sigue escuchándose detrás de la puerta y nosotros somos encerrados y obligados a participar del sacrificio.