2. Porque es como una película de autocine dirigida por
un director de la Nouvelle Vague.
3. Porque lo único que puede entrometerse entre un chico
y su obsesión por los autos es una chica, y Laurie Bird desarma perfectamente
la unidad entre el Conductor, el Mecánico y su auto.
4. Porque Dennis Wilson lleva a cabo la mejor
interpretación jamás realizada... por un baterista.
5. Porque James Taylor parece un refugiado salido de una
película de Robert Bresson.
6. Porque hubo una vez un dios llamado Warren Oates que
caminó por la Tierra.
7. Porque hay una larga controversia sobre quién lleva
realmente las riendas en esta película. Hay diferentes posiciones. Algunos
dicen que es el Chevy modelo ´55; algunos dicen que es el GTO. Pero yo soy un
"hombre Goat", tengo un GTO—'68.
8. Porque tiene el final más puramente cinematográfico de
la historia del cine.
9. Porque es como un western. Los tipos son como los
viejos pistoleros, listos para desenfundar la pistola más rápida del pueblo. No
hablan de viejos glorias, sino de viejos autos que tuvieron.
10. Porque Warren Oates tiene un sweater de casimir
diferente para cada ocasión. Y, por supuesto, la barra de tragos en el baúl.
11. Porque a diferencia de otras películas de aquel
momento, sobre la diseñada alineación de la cultura de las drogas y las
protestas contra la guerra, esta película es sobre la alienación del resto,
como si The Americans de Robert Frank tomase vida.
12. Porque Warren Oates, como el GTO, pide una
hamburguesa y un [analgésico efervecente] Alka Seltzer, y dice cosas como “Todo
está yendo muy rápido y no lo suficientemente rápido”.
13. Porque es tanto la última película de lo ´60 –aunque
sea de 1971- como la primera de los ´70. Ya saben, esa grandiosa época de
películas estilo “¿Cómo demonios llegaron a hacer esa película en el sistema de
estudios/ Hollywood nunca haría eso hoy”.
14. Porque los motores nunca sonaron mejor en una
película.
15. Porque estos dos jóvenes en su viaje a ningún lado
realmente no saben de qué hablar. El Conductor realmente no conversa cuando
está al volante, y el Mecánico realmente no habla cuando está trabajando en el
auto. Así que, antes que nada, estamos frente una experiencia visual,
atmosférica. Ver esta película correctamente implica ser absorbido por ella.
16. Y, sobre todo, porque Two-Lane Blacktop sostiene todo
el tiempo su idea. Y eso es raro en este mundo; una película completamente
honesta.